3.11.14

Las tardes en el campo

 No dejo de comprobar como en la vida aquello que se desea de verdad se termina materializando. Cuando esto ocurre uno es capaz de sentir las leyes del universo en acción. No importa cuánto las entendamos o lo que de ellas seamos capaces de comprender. La verdad Es.









Los días que vamos al campo son tardes soñadas. Ideas compartidas , momentos de juego libre, aprendizaje natural. Los chicos corren de un lado a otro. Se respira frescura.
Vamos nosotros y algunos niños más. En La Beltrana nos reciben I y M,  su mamá y a veces su papá.

Juegos con barro, con agua, buscando ramas, insectos. Juegos entre colchones y acolchados, juegos de lobos que quieren comerse a los chanchitos. Tiempo hamacándose, ratos rodeados de pollitos. La experiencia de recolectar huevos... y que estén calentitos! la experiencia de hacerlo antes que el gallo los corra! Cantar todos, junto a la compu, "libre soy" una y otra vez. Compartir el almuerzo y otra vez correr a jugar. En la arena, con los autitos. En la laguna o en la pelopincho.

Atesorar momentos... crear recuerdos... vivir sin tiempo.




2 comentarios:

LiS dijo...

O yo estoy muy sensible o la vida relatada de esa manera no hace mas que erizarnos la piel y replantearnos nuestro concepto de felicidad... Hermosas experiencias atesorarán I, M y tus hijxs en su corazón. Abrazo enorme a lxs cuatro Vil, espero que nos veamos pronto. Te sigo leyendo...

vilmati dijo...

Vos estás sensible...pero la verdad es que a mi me emociona cada vez que los veo correr, jugar e interactuar cómo lo hacen. Y se me pone la piel de gallina cuando manejo al volver y me maravillo con el cielo del atardecer.
Espero podamos arreglar un nuevo encuentro en estos meses de verano. Y conocer a Gaia! Beso Lei

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