
Hace unos meses que en casa estamos tratando de reducir la ingesta de lácteos. El pediatra homeópata de los chicos nos dio una receta para hacer leche de arroz. Esta consistía en dejar hirviendo durante horas:
-1 parte de arroz yamaní integral ( si se puede orgánico)
-1/2 parte de arroz mochi
-1 cucharada de Sésamo blanco
Una parte de arroz por 12 de agua
Así se obtiene una pasta que luego se cuela a través de un tamiz o colador fino. Nosotros lo pasamos por una maquina manual que era para hacer salsa de tomate y que separa pulpa de jugo. Después de colarlo se obtiene por un lado una leche espesa y por otro una pasta seca con el residuo seco que es la parte de cascarita o integral del arroz.
La leche puede saborisarse con jugo de naranja u otros. Puede ser diluida en mas cantidad de agua. Yo la uso para hacerle el desayuno a Siro y lo mezclo con alguna fruta, rayada o pisada y con Nestun de arroz. También preparamos purés, polenta y otras comidas para almuerzo o cena.
A veces desayuno yo esta leche con jugo de naranja y una mezcla de cereales crocantes.
Dura aproximadamente 3 días en heladera. Puede freezarse, pero no se cuanto tiempo.
También pueden obtenerse leches vegetales a partir de semillas licuadas, son de alto poder vitalizante, nutritivas y sabrosas.

Hicimos en casa, leche de almendra.
Con unos 100 o 150 gramos de almendras y un litro de agua
El proceso es simple:
En una olla con agua hirviendo remojar unos minutos las almendras a fin de que suelten la piel.
Las colamos y con la ayuda de un repasador frotamos para que queden peladitas.
En una licuadora licuamos las almendras durante largo rato, hasta que la textura sea suave.
El gusto nos encantó. Y a los grandes nos pareció que con un cafesito quedaba tipo café con crema.
Ayer mi suegra me dio un anota sobre estas leches, que encontró en una revista de distribución gratuita en la ciudad( Ser, cuerpo y mente) y puedo agregar algunos secretos mas, como para que la leche de almendra salga con menos textura:
- La licuadora es mejor si es de potencia, buen filo en las cuchillas y alta velocidad, esto permite que se procese el tiempo suficiente y necesario para que las semillas se desmenucen adecuadamente transfiriendo la mayor cantidad de nutrientes al agua.
- También hay quienes trabajan con poca agua al comienzo, luego filtran a través de un lienzo, estrujando a fondo para extraer todo el líquido posible (el residuo puede utilizarse en granolas o galletas), siendo las últimas gotas las mas importantes. El fluido luego se vuelve a licuar, agregando ahora mas agua miel, una cucharada de aceite de oliva virgen o de sésamo o lino más esencia de vainilla. todo este proceso va a hacer que la leche tenga una textura cremosa y mucho mas sedosa.
El proceso de remojado de las semillas previo al procesado, es una hidratación que despierta procesos transformativos a nivel nutricional y colabora en su digestibilidad.
Otro consejo es, una vez hecha la leche dejar unos minuto sea temperatura ambiente para activar el proceso fermentativo, antes de mandar a la heladera.
Además de las semillas oleaginosas, se pueden hacer interesantes leches vegetales con cereales como quinoa, amaranto, cebada o avena. Dada la alta presencia amilacea, es recomendable una buena activación y la maceración de unas horas para asegurar el desdoblamiento de los almidones. Y en función del bajo contenido graso, si se usan para reemplazar a la leche de vaca, conviene enriquecer las leches de cereales con unas cucharadas de aceite de prensión en frío, que mejoran la textura y el contenido en ácidos grasos esenciales.
Para seguir probando y enriqueciendo el sabor, también puede agregarse o experimentar con las especias como la canela en polvo, la vainilla natural, el clavo de olor, regaliz o cardamomo y si se quiere un toque de salmuera ( sal de roca líquida) que realza sabores y valores nutritivos.
Pero no solo las especias sirven a la hora de enriquecer las leches vegetales, la harina de algarroba, el cacao amargo, el azucar mascabo, pueden ser grandes aliados. También podemos hacer uso de frutas, tanto frescas como deshidratadas ( higos ,pasas de uva, dátiles, peras, duraznos, ciruelas)
Será cuestión de experimentar...como siempre en la cocina...o por lo menos, en la nuestra.