Arena, viento y campo

Fuimos a la costa. Nos prestaron una casita,en un barrio alejado muy poco poblado, casi campo. Mucho pasto, cielo con estrellas, caballos pastando cerca y hasta corderitos. Todo, menos las estrellas,pudo tocar Olivia.



Vio sapos y una viborita larga y finita (como la de la canción ).



El contacto con la arena otra vez le resultó raro... y tardó un rato en acostumbrarse y pisar firme, pero después experimentó su textura y se la pasó por todo el cuerpo.



El mar lo conocía, pero yo creo que había olvidado la sensación, porque estaba extasiada. Esa es la palabra que mejor define su estado. Me daba emoción a mi, escuchar todo tipo de grititos que no cesaban mientras se reía, corría, y extendía sus manitos jugando con el agua, la espuma y las olitas.


Y yo sentía que descubría el mar con ella ......



Estas son las experiencias que dejan aprendizaje. Son las que se retienen en la memoria porque nos acarician el alma como brisa.
Colándose a través de los sentidos se vuelven parte de uno.



Desayunos al aire libre, viento en la playa, arena, mar, y de repente una lisa grande aparece como por arte de magia empujada por una ola. Podemos decir que "la cazamos" y, hecha a la parrilla, esa noche se convirtió en nuestra cena. De locos!, pensar que estaban pescando cerca y solo sacaban unos pecesitos diminutos...

Oli la agarró con sus dos manitos y yo le estaba sacando una foto, cuando la pobre lisa se movió de tal forma que golpeó con su cola la pierna de Olivia. LLoró asustada... y cada vez que contamos la anécdota, le recuerda a quien escuche, que el pez le pegó !


.................................. Que lindo fin de semana!