Me gustan mucho las mañanas. Soy mas bien diurna, disfruto tanto los días soleados como los de lluvia. Los dos me inspiran distintas cosas.
Me gusta despertarme un rato antes que todos. Poner el agua, para preparar un mate cocido, un café o un jugo de naranja ( según la estación del año), y sentir que tengo ese rato para mi. Cuando sucede siento que estaré de buen humor el resto del día.
Ese momento lo aprovecho leyendo libros, blogs, y a veces prendiendo la tele.
Estos últimos meses ( Siri tiene 7 ) si duermo hasta las 9 soy feliz. Y casi nunca logro despertarme antes que él, así que las mañanas se acortan y tengo que correr mas de lo que me gustaría. Pero bueno son gajes del oficio, y sé que en unos años el día volverá a empezar tempranito y en silencio, y yo seguramente recordaré con nostalgia su sonrisa cerca mio que me hace olvidar al instante las veces que desperté por la noche.
Tengo guardadas en carpetas digitales la mitad de las fotos que veo mientras navego por la web ( bueno no tantas). Las organizo según tengan que ver con decoración, arquitectura de interiores, ideas que inspiran, ilustraciones, etc. Y también muchisimos artículos de maternidad, educación y libros digitales, que no se cuando podré leer. También una colección de cuadernos con apuntes desordenados y dibujitos.
Cada vez que me siento a la máquina se abre ante mí un panorama tan amplio que me llena de ansiedad.
Cuando accedí por primera vez a lo que era internet, lo hice de la mano de mi papá. Algo bastante raro, porque el tiene ahora sesenta y pico. Y me quedó grabado la imagen que me dió al presentármela: la de una gran biblioteca, llena de recursos, por el cual el mundo estaba mas cerca. Así la uso yo. Y a mi...
Me pierden las librerías! Podría pasarme mirando libros toda una tarde. Que bueno cuando a alguien se le ocurrió poner sillones en ellas, o cafeterías. Pero suelo limitarme porque casi siempre estoy acompañada y nadie suele aguantar tanto. Acá en Argentina los libros están carísimos. Sobre todo los que tienen fotografías o ilustraciones, pero en general todos! Una lástima.
La Feria del libro,la Librería Rayuela (La Plata), Librería Recreo (en Pto. Madryn), pasear por la calle Corrientes en Buenos Aires, son algunos de los lugares que me pierden.
Pero también me encantan las librerías que venden lápices, bastidores, fibras, acrílicos, pinceles... colores, papeles de todo tipo...
Pero también me encantan las librerías que venden lápices, bastidores, fibras, acrílicos, pinceles... colores, papeles de todo tipo...
Y cuando era niña amaba los quioscos de revistas, decía que cuando creciera iba a tener uno. Creo que me gusta hasta el olor del papel!
Y obvio, ahora tengo un antojo...no se como se llama, es un lector de libros digital como el que compró Yenia de Educando en familia. Desde que lo vi, y aún sin olorsito a papel, no dejo de desearlo.
Sin pensarlo dos veces entre pantalón y pollera mil veces esta última. Amo las polleras!
Polleras cortas y hasta la rodilla. De jean y de colores. Descalza, con ojotas, zapatillas, con sandalias y sobre todo con botas. Me acerca a la tierra, y me veo como me siento, muy femenina.
Si hasta cuando uso pantalones me dan ganas de ponerme una encima!
Con los años el gusto por vestir polleras y vestidos se agudiza y creo que voy a terminar como mi abuela que hasta a hacer ejercicio iba con una!
Con los años el gusto por vestir polleras y vestidos se agudiza y creo que voy a terminar como mi abuela que hasta a hacer ejercicio iba con una!
Extraño el horizonte. Cuánto lo extraño.
Viví hasta los 18 años en una ciudad con mar. Un mar calmo como pocos. Una ciudad frente a un golfo. Y en la Patagonia. Puerto Maryn.
Mi casa materna queda a media cuadra del mar y tiene algo así como un mirador desde el cual se ve el horizonte. Solíamos desayunar,merendar, almorzar allí.
También caminaba casi todos los días por la rambla. Tomaba mates en invierno adentro de un auto mirando el mar. Y antes durante mi infancia, ese barrio de Madryn era casi el último. Con pocas casas, y entre casas, manzanas con una o ninguna construcción. Baldíos, les decíamos. Tenían matas achaparradas, arena y nada más. La vista se perdía en el horizonte. Recuerdo las mañanas de madrugada aún estaba obscuro. Ibamos caminando a la escuela que quedaba en diagonal, manzana por medio. El cielo. Las estrellas, el lucero. Era un manto inmenso sobre nosotros. Ese manto nos cubría también en la playa. Cuando íbamos con mis padres y algunos amigos a buscar tótalos ( una especie como de calamares) que dejaba la marea en la orilla como regalo al bajar. ( Solo en las noches de... Luna llena?)
(También extraño el mar, su sonido y olor. Pero me conformaría con vivir en un lugar con horizonte, aunque no lo tenga).
Por último: tengo una rara aprensión por mi propia cama. No me gusta dormir en otro lado que no sea en ella. Ni en hoteles, ni en casas que en vaciones podemos alquilar.
De chica no me llamaba para nada la idea de dormir en casa de amigas. Me tira el nido;)
La ilustracion es de Susan Hartung
Bueno, esto salió!
Fue bueno ponerme a pensaren mi, Ja ja!, por estos días en que no paro en pensar en los demás!
No se a cuantos debería retar a escribir yo.
No se a cuantos debería retar a escribir yo.
5 comentarios:
Es precioso, me gusta como escribes porque evocas muy bien los recuerdos. Nos haces sentir lo que describes. Besitos
=)
hermoso!
Què bien describes tus recuerdos, me hiciste suspirar màs de una vez =)
muchas gracias!
Que lindo escribes todo. Me encanta lo del horizonte y el mar, para mí la idea de vivir al lado del mar es un sueño, siempre he vivido entre montañas.
gracias por la invitación... estoy buscando el tiempo y ordenando las ideas pero algún día lo escribiré.
guauuu , que bien escribes , suspire igual que ale , que lindos recuerdos , si hasta senti olor a mar y el viento .
Yo a diferencia tuya duermo en cualquier parte . jajaaj bueno ahora casi ni duermo jajaja.
las polleras son faldas? cierto??.
abrazos y gracias por compartir !!
Me estan dando una sorpresa... en serio les gusta como éscribo??
Que bueno! Cuando lo hago veo mis limitaciones... me cuesta a veces no repetirme, y hace un tiempito que me daba vueltas la idea de ir a algún taller de escritura, para mejorar. Pero con Siri chiquito, apenas si tengo tiempo de escribir aquí algo y navegar un rato mientras duerme la siesta.
Gracias chicas me alegraron!
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