Creciendo juntas

La maternidad es un camino que sigue mostrándome aquello que busco.
Una luz que ilumina mis zonas oscuras y me advierte que hay respuestas.
Ella permitió que emerja una yo niña que lloró, exigió y preguntó a la par de mi hija.
Pensé mucho en la depresión post parto ...y no entendía si eso era lo que me pasaba y si lo era por que no se terminaba...cuánto más iba a durar...
Solo me sentía realmente feliz con mi hija en brazos, dormida o despierta daba igual, solo así las cosas cobraban sentido y yo podía sonreir.

Olivia tiene hoy, dos años y ocho meses. Recién ayer pude leer aquello que escribía en un cuaderno por aquellos días. Mi primer año de madre.
Sabía que produciría algo en mi interior que iba a ser fuerte.
Miré las fotos que Domi me sacó embarazada y desnuda. Recuerdo que me decía que estaba hermosa y yo no era capaz de desprenderme de esos modelos ideales de publicidad. Muy adentro mío la felicidad y la gratitud que sentía buscaba salir ( yo le pedí que tomara las fotos)., sin embargo estaba tan sensible...y las críticas y comentarios que había escuchado me dolían...el hecho de no encontrar ropa con la que me sintiera cómoda, impedían que pudiera verme bien.
Ayer al verlas por fin me vi. Luminosa, linda, llena de vida!!!
Al leer lo que escribí en ese cuaderno fui testigo del tiempo y los cambios internos, cuánto aprendí y cómo Olivia fue guiándome hacia adonde ahora voy.
Por esos días me preguntaba si dejarla llorar...si lloraba por capricho... Pobre mi niña, de tan solo 2 meses!!!
Al leer la descripción que hice del parto (cesárea) leo: "Te llevaron para cambiarte y ponerte hermosa para la presentación" QUE HORROR!!! lo que daría hoy por tenerla hermosa y llena de sangre encima de mi pecho tal cual nació!!

Pero me dejé guiar por ese ser maravilloso que hoy me acompaña, y de eso estoy orgullosa, contenta conmigo misma, y contenta con mi pareja, porque siempre estuvimos juntos, porque a pesar de que fue muy movilizante y transformador hoy estamos más unidos y renovados.
Esta que escribe, que actúa distinto es una yo más auténtica, y fue mi hija quien me facilitó el camino de este encuentro conmigo.
El proceso (que continúa interminablemente) a veces es doloroso y costoso. Muchas veces significa también remar contracorriente.
Es elegir con quien hablar determinados temas y con quien no. Es tomar decisiones que plasman este cambio de postura. Y hacerse cargo. Y aunque no encuentre apoyo en el círculo cercano, me siento acompañada por otra gente que como yo son madres y padres que escriben desnudando sentimientos y compartiendo experiencias. Algunos por medio de sus propios blog, otros como Laura Gutman; Alejandro Rozichner y Ximena Ianantuoni ; Carlos Gonzalez; con sus libros publicados, me sostienen desde sus páginas contenedoras.
Por medio de Viole, me llega la idea de grupos de crianza, por Jime me entero de la escuela de parteras, por La Turca del trabajo de las doulas... y así un panorama distinto, alternativo, cercano y amistoso se va abriendo y me llena de esperanzas. Círculos de mujeres para mujeres, para hijos, para una nueva sociedad.
Una nueva forma de nacer, una nueva forma de parir, de criar y de vivir.
Sentir la maternidad así le devuelve el sentido, creo fervientemente que una maternidad y paternidad comprometidos provocarían un cambio radical en la cultura y valores de la sociedad . Y por eso sigo dejándome guiar, hurgando en lo mas profundo buscando respuestas que llegan con nuevas preguntas.
Mas alerta y mas consiente. Mas humana...mas animal...